Un relato de pobreza infantil con un final feliz
Elena y Emilio conversan con Luz, una buena amiga de la familia que conocimos en nuestra época en Medellín. Ella cuenta la historia de su infancia y de cómo logró escapar del ciclo de la pobreza.
1. Pregunta: ¿Qué nos puedes contar de tu niñez?
Respuesta: Cuando era niña tuve trece hermanos y nosotros vivimos en un pueblo pequeño que se llama La Ceja cerca de Medellín. Mi papa fue muy poco cariñoso y no aportó mucho para mantener la familia. Era mi mamá la que trabajaba para nosotros. Fue una vida de muchas necesidades.
2. Pregunta: ¿Cómo fue tu experiencia de vivir en pobreza?
Respuesta: Bueno, la verdad era que, como éramos trece hermanos la casa nos quedó pequeña. Por ejemplo, en cada cama durmieron cuatro hermanitos. Todos nos secamos con la misma toalla. Y aparte de esto no teníamos papel higiénico, así que teníamos que limpiarnos con papel periódico. No teníamos cepillo de dientes, entonces nos lavamos los dientes con ropa interior. A veces tampoco había jabón para bañarnos. A los 7 años me toco empezar a trabajar en casas, limpiar, lavar la ropa, lavar baños y esas cosas. A mi mamá le hicieron pedidos de arepas para un restaurante y a nosotros nos tocó ir muy lejos, descalzos sin zapatos con una carreta llena de carbón. Así hicimos unas 800 arepas diarias. Además, tenía que hacer los deberes de mi casa que mi mamá me mandaba. En el colegio no tenía cuadernos para llevar. Siempre me tocaba pedir hojas de mis compañeras.
3. Pregunta: ¿Cuáles cosas más te hicieron falta de niña?
Respuesta: Pues la verdad, me hubiera gustado papel higiénico, cepillo de dientes, mi propia toalla, dormir sola o de pronto solo con un hermanito. Me hubiera gustado tener comida, o sea, buena comida. Solo comimos arroz sin sal y agua panela, porque no había más. Fuera de esto, me hubiera gustado jugar. Nunca jugué. No tenía juguetes ni nada de eso. Nunca tenía tiempo de jugar. Estudiaba y me iba a trabajar. Así fue.
4. Pregunta: ¿Cuáles eran tus sueños de niña?
Respuesta: De niña me hubiera gustado jugar y no trabajar tanto. Me hubiera gustado ir a parques. Me hubiera gustado ponerme ropa que no fuera de todos los hermanos. Porque muchas veces a mi mamá le regalaron ropa de las personas ricas, y entonces le puso la ropa primero a los grandes y de último a los pequeños. Entonces cuando nos ponían la ropa a nosotros, ya estaba rota o muy ancha. Entonces pues me hubiera gustado tener mis propias cosas.
5. Pregunta: ¿Cuándo viste personas ricas, como te sentías?
Respuesta: Bueno en la verdad, la primera vez que vi personas ricas fue a los 12 años cuando me tocó salirme del colegio. Yo estudié hasta 7 grado, o sea solo hice la mitad de la carrera escolar porque mi mamá me dijo: “Tienes que ir a trabajar a Medellín, no hay comida, no hay nada”. Entonces, yo me fue a trabajar en una de esas casas bonitas. En principio me dio mucho miedo, pues a los 12 años era muy pequeña, pero me tocó irme a trabajar y aprender. Allá es donde conocí todos estos productos domésticos y estaba muy contenta por recibir mi propia cama y poder utilizar toallas y sabanas limpias. Había jabón, había de todo. Yo empecé a trabajar y mandar plata a mi mamá. Nunca pude estudiar más.
6. Pregunta: ¿Me puedes contar situaciones donde sentías injusticia?
Respuesta: Me parecía injusto que tenía que trabajar en vez de estudiar. Porque a mí me hubiera gustado mucho estudiar. Me gustaba ir al colegio, pero no podía. Había momentos en que yo decía: “Ay que pesar que yo no me puedo comprar cosas propias” pero tenía que mandar toda la plata que ganaba a mi mamá para que mi mamá pudiera ayudar a mis hermanos, a pagar arriendo, a comprar comida. Nunca podía comprarme nada. Me puse la ropa que las hijas de mis patrones dejaban, como tuvimos todos la misma edad. Y cuando ellas se fueran a estudiar, yo me quedaba en la casa trabajando. Eso sí me pareció injusto. Pero no había nada que hacer, tenía que trabajar todos los días de la semana.
7. Pregunta: ¿Como lograste salir de la pobreza?
Respuesta: Ya que mi mamá murió y tuve mi hija a los 25 años, yo ahorré todo lo que me ganaba para darle a mi hija para que ella tuviera todo lo que no tuve. 10 años más tarde nació mi hijo. Nunca quise tener tantos hijos como mi mamá. Y así poco a poco logré conseguir mis propias cosas. Siendo madre soltera me siento muy orgullosa de haberles dado estudio a mis dos hijos y ya hoy en día tengo hijos muy buenos. No tienen la vida que yo tuve. Me hubiera gustado tener la vida de ellos. He trabajado casi toda mi vida en casas. Gracias a Dios, hoy puedo trabajar en mi casa, hago comida para vender, productos congelados. Junto con lo que me gano y lo que contribuyen mis hijos vivimos bien.
8. Pregunta: ¿Cuál es tu opinión de proyectos como el que estamos apoyando en Future4Colombian Kids?
Respuesta: Me parece maravilloso lo que ustedes hacen para estos niños. Yo nunca tuve la oportunidad de recibir este tipo de ayuda, a pesar de que nos faltaba de todo. También me tocó vivir unas experiencias de abuso sexual dentro de la familia cuando era todavía muy pequeña. Como niña es difícil entender lo que está pasando. Es duro no tener nadie de confianza con quien hablar de estas cosas. No debería ser así y estos niños merecen una ayuda profesional que les permita seguir adelante con sus vidas. A mí me salvó el haber salido de mi casa a una edad muy joven y por lo general tenía suerte con mis patrones. Gracias a mi trabajo se logró romper el ciclo de pobreza, pero esto solo se logró con unos sacrificios muy altos.
Gracias por compartir tu historia Luz.