¿Qué ayuda necesitan los niños que han sido abusados?
Entrevista con expertos
En esta entrevista, Elena conversa con la psicoterapeuta licenciada Linda Meißner sobre consejos prácticos para el adecuado apoyo a niños y niñas que han sufrido abuso.
1. Pregunta: ¿Qué recomendarías como la mejor manera de ayudar a los niños y niñas que han sido víctimas de violencia sexual?
Respuesta: Cuando se trata de ayudar a niños y niñas que han sufrido violencia sexual, la prioridad es crear un entorno seguro y cortar de inmediato cualquier contacto con los perpetradores. Estos niños necesitan personas de referencia con quienes puedan establecer una relación estable y de confianza, y que les proporcionen una sensación de seguridad. Pueden ser personas de su entorno social, quienes deberían recibir orientación y capacitación, o terapeutas especialmente entrenados.
Muchos niños afectados desarrollan sentimientos de culpa y una imagen negativa de sí mismos. Por eso es crucial asegurarle al niño que no tiene ninguna culpa y que la responsabilidad recae completamente en el agresor.
Además, es importante comunicarse con el niño de manera honesta y apropiada para su edad, escucharlo y tomar en serio sus sentimientos, sin presionarlo a hablar sobre lo ocurrido.
Para ayudar a estos niños a procesar sus experiencias y a desarrollar estrategias de afrontamiento, se recomienda una psicoterapia infantil centrada en el trauma. Existen diferentes enfoques, pero el MDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) ha demostrado ser particularmente eficaz para tratar los trastornos de estrés postraumático, ya sea de forma individual o junto con la psicoterapia.
2. Pregunta: ¿Cuáles son algunos efectos típicos a largo plazo para estos niños si no reciben ayuda?
Respuesta: Las personas procesan las experiencias de maneras muy distintas. Un factor clave en esto es la resiliencia, que se refiere a la fuerza psicológica, y que podemos imaginar como un sistema inmunológico para la psique.
Sin embargo, existen algunos riesgos típicos para la vida futura de estos niños si no reciben ayuda. Son más vulnerables a desarrollar trastornos psicológicos, como el estrés postraumático, depresión, trastornos de ansiedad y una baja autoestima. Las dificultades en las relaciones también son comunes, lo que significa que pueden tener problemas para formar relaciones de confianza, desconfían de personas que podrían ofrecerles relaciones saludables, y algunos incluso pueden verse atraídos hacia relaciones destructivas, confundiendo, por ejemplo, la sexualidad con el amor. También existe un mayor riesgo de desarrollar problemas de adicción como mecanismo de afrontamiento, así como conductas autolesivas.
3. Pregunta: ¿Tienes algún consejo sobre cómo apoyar a niños traumatizados aun con recursos limitados?
Respuesta: Creo que hay muchas maneras efectivas y gratuitas de apoyar a estos niños. Esto incluye cualquier cosa que fortalezca su autoestima y confianza. Los niños necesitan volver a tener experiencias positivas, en las que puedan sentirse buenos y valiosos. Idealmente, esto sería con una persona de confianza que respete los límites del niño. En general, hablamos de “experiencias relacionales correctivas,” que considero absolutamente esenciales.
4. Pregunta: ¿Cómo puede el entorno inmediato o incluso voluntarios apoyar el proceso de sanación de estos niños?
Respuesta: Una de las funciones más importantes es estar disponible como una persona de confianza para el niño, alguien que escucha, le cree, le ayuda a liberarse de cualquier sentimiento de culpa y se asegura de que esté protegido del agresor o de un entorno traumático. En la vida diaria, puede ser útil mantener estructuras y rutinas conocidas, que le brinden al niño seguridad, así como facilitar actividades y experiencias positivas.
El entorno también puede ayudar a establecer contacto con servicios de asesoramiento o psicoterapeutas.
5. Pregunta: ¿Crees que existe una relación directa entre la pobreza y el abuso sexual infantil?
Respuesta: La pobreza por sí sola no es un factor que cause la violencia sexual infantil. Sin embargo, ciertos factores asociados a la pobreza pueden aumentar el riesgo, como los altos niveles de estrés y las tensiones familiares, o las dependencias entre víctimas y agresores.
Sin embargo, lo que juega un papel mucho más importante es que a los niños que viven en pobreza se les ayuda mucho más tarde. Tienen menos acceso a servicios de apoyo y asesoría, lo cual dificulta la detección del abuso.
Gracias por la conversación.